Andorra es un país privilegiado para los amantes del esquí. Tiene más de 300 km de pistas para disfrutar y de las mejores instalaciones de esquí del sur de Europa. Pero a los aficionados a los deportes blancos nos gusta descubrir nuevos lugares donde practicar nuestro deporte favorito, así que hoy cogemos el coche (o el avión) y viajamos a Suiza, Alemania y Noruega para conocer tres destinos de nieve y esquí bien distintos.
Mürren-Schilthorn (Suiza)
La región de deporte de invierno de Mürren-Schilthorn cuenta con 53 kilómetros de pistas preparadas de esquí y surf de nieve, caminos para trineos y una red de caminos para excursionistas de invierno. Situado en la región de la Jungfrau, a la población de Mürren solo se puede llegar en teleférico y el pueblo, típico pueblo suizo de cuento (sin tráfico de vehículos), da acceso a la vez también en teleférico al monte Schilthorn (2.970 m). Éste y su restaurante giratorio (el primero del mundo) se hicieron famosos en 1969, después de rodar uno de los films de James Bond, “Al servicio de su majestad”. Aquí se rodaron las escenas del imaginario Piz Gloria (la guarida del villano en la ficción, y así se le quedó el nombre también al restaurante).
Des del futurista restaurante giratorio (tarda una hora en dar toda la vuelta) se puede disfrutar del panorama alpino de 360 grados, que abarca el hermoso triunvirato de montañas Eiger, Mönch y Jungfrau, extendiéndose hasta el Mont-Blanc y la Selva Negra. Recomendable hacer una visita al Jungfrau, el pico más alto de la zona (4.158 m), llamado el Top of Europe, al cual se llega mediante el tren cremallera (que nos lleva a su vez a la estación más alta de Europa, a 3.454 m). Visitando la cima se puede contemplar el Gran Glaciar Aletsch, que con su longitud de casi 24 Km y un área de 118 Km² es el de mayor tamaño y más largo de los Alpes y de Europa.
Zugspitze (Alemania)
El Zugspitze está en el distrito de Garmisch-Partenkirchen y es la montaña más alta de Alemania (2.962 m), marcando la frontera entre Alemania y Austria. Llegando a la cima con el teleférico (aunque las personas que sufren vértigo, tienen otra alternativa, subir en tren), los amantes del esquí pueden disfrutar del glaciar y de sus pistas para todos los niveles, con impresionantes zonas para freeriders, perfectamente preparadas desde mediados de noviembre hasta el 1 de mayo.
Vale la pena la panorámica desde la cima del Zugspitze. Si el tiempo lo permite y la visibilidad es buena, se puede disfrutar de unas vistas impresionantes de 360° a más de 400 picos de cuatro países (Austria, Italia, Suiza y Alemania.). El punto más alto de Alemania alberga tres glaciares y una oferta de entretenimiento para cualquier época del año. Además, se puede visitar la iglesia más alta de Alemania. Cerca de medio millón de visitantes acuden cada año al Zugspitze atraídos por su encanto. El nuevo teleférico del Zugspitze garantiza una experiencia incomparable, salvando el mayor desnivel del mundo en un solo tramo (1.945 m) y cubre el recorrido libre más largo del mundo (3.213 m). En el 2020 se celebraron los 90 años de la puesta en marcha del tren cremallera y 200 años de la primera ascensión a la cima del Zugspitze.
Cerca también se puede disfrutar de las pistas de la estación de esquí de Garmisch-Classic o de la misma población, Garmisch-Partenkirchen, llena de encanto con sus calles adoquinadas. Los curiosos pueden también visitar las instalaciones donde cada día de Año Nuevo se celebra la tradicional competición de saltos de esquí.
La región de Lillehamer (Noruega)
Lillehammer es conocida en todo el mundo por los Juegos Olímpicos de Invierno de 1994. Es un destino de esquí alpino, pero también de esquí de fondo (el rey, en Noruega) muy popular entre los amantes de los deportes de invierno. Encontrarás muchísimas actividades basadas en la naturaleza. Y es que esta región está certificada como destino sostenible, un reconocimiento que se otorga a aquellos lugares que trabajan de forma sistemática para reducir el impacto medioambiental del turismo.
Lo cierto es que esquiar en Noruega es el sueño de muchos esquiadores de fondo. En el país existe una red extensísima de circuitos de fondo, tanto de estilo clásico como patinador, interconectados entre sí como si fueran senderos de pequeño y gran recorrido. Y podremos esquiar por un paisaje boscoso, con luces espectaculares, encontrándonos por el camino cabañas perdidas, con sus hogueras y sus saunas. ¡No te lo pierdas!