Qué debes tener en cuenta al elegir una bici infantil

Ir en bici es una de las actividades que más gustan a los niños desde muy temprana edad. De hecho, a partir de los 2 años, los niños pueden iniciarse en el mundo del ciclismo con las push bikes (o bicis sin pedales). Y de ahí… ¡para adelante! Si tienes un peque en casa y estás pensando en qué bici es la mejor para que disfrute de este deporte, no te pierdas los consejos que te damos a continuación.

1. No es demasiado pequeño…
2. Ruedines, ¿sí o no?
3. Cómo elegir la talla de una bicicleta de niño
4. Buenos hábitos en bicicleta

push bike niño

 

1. No es demasiado pequeño…

A partir de los 2 años, cuándo tu peque ya camina y corre con soltura, está listo para empezar a ir en bici. A esta edad, hazte con una bicicleta sin pedales, también conocidas como pushbikes, bicis de entrenamiento o de equilibrio o prebicis. Importante: ¡ponle siempre el casco! Así, sin darse cuenta, acabará asociando el uso del casco a la práctica del ciclismo y tendrá su cabecita protegida en caso de caída.

Las bicis sin pedales son la mejor manera de empezar a andar en bici ya que:

  • El niño consigue mantener el equilibrio sobre dos ruedas de forma natural y progresivamente.
  • Impulsan sus habilidades psicomotoras y mejoran su sentido de la orientación.
  • El pequeño ganará seguridad en cada uso y esto incrementará su destreza
  • Incrementan la fuerza muscular del pequeño en brazos y piernas, preparándole así para dar el salto a la bici de pedales.

Con las pushbikes, tu hijo se lo pasará en grande y poco a poco se irá preparando para poder andar en una bici para niños con pedales. Al ser una bicicleta pequeña y manejable, puedes integrarla en tu día a día para que tu hijo haga con ella sus desplazamientos cuotidianos (en lugar de usar el carrito o de ir en coche). En vacaciones, también puedes planificar unas horas de pushbike en un circuito de montaña, en plena naturaleza, para que empiece a entrar en contacto con las sensaciones de una bicicleta de montaña. En Andorra por ejemplo, te recomendamos Naturland, donde podrás complementar esta actividad con otras actividades infantiles que le encantarán.

 

2. Ruedines, ¿sí o no?

Un consejo: si puedes, evítalos. Para andar en bicicleta lo más importante es que tu hijo mantenga el equilibrio y los ruedines no siempre son la mejor opción para conseguirlo. Aunque como padre estés convencido de que es el la manera más segura para aprenda a ir en bici, toma nota de lo que piensan los expertos:

  1. No fomentan en el equilibrio: Al usar ruedines, se anula completamente la sensación de equilibrio, que es precisamente la primera habilidad que el niño necesita para andar en bici. Con el apoyo de los ruedines, el pequeño se limitará a pedalear pero no ejercitará el equilibrio, punto esencial al ir en bicicleta.
  2. Falsa impresión de seguridad: Puedes pensar que tu hijo a caerse menos de la bici si anda por el paseo o por el parque con ruedines. Pero la verdad es que esto solo pasará si va a baja velocidad y en línea recta. A medida que se vaya sientiendo más suelto con la bici, será inevitable que pedalee más rápido, e incluso que empiece a hacer giros y tomar curvas, con lo que inclinará sin querer la bici y aumentará la posibilidad de volcar.
  3. Exceso de confianza del niño: Si el niño se acostumbra a la sensación de ir en bici arropado por los ruedines, que le facilitan mucho el trabajo ya que no requieren que trabaje el equilibrio, el momento de sacarlos y tener que mantenerse solo sobre dos ruedas va a ser duro. Piensa que para él, hasta el momento ir en bici era sinónimo de pedalear y ahora va a necesitar introducir una nueva variable a la que no estaba acostumbrado.

Así que, la recomendación es clara. Inícialos con pushbikes desde una edad temprana. Y si tu hijo ya es algo más mayorcito, cómprale una bici para niños de su edad y quítale los pedales para empezar. En cuanto controle el equilibrio sobre dos ruedas, podrás ponérselos de nuevo para comprobar como tu retoño disfruta de la bicicleta sin problemas.

bicicleta para niños

 

3. Cómo elegir la talla de una bicicleta de niño

Las dos variables a tener en cuenta a la hora de comprar o alquilar una bicicleta para niños son su edad y su altura. Una tercera variable a tener en cuenta es la medida de la entrepierna, de manera que el niño pueda montarse y bajar de la bici cómodamente. Recuerda que es importante que la bici sea de una talla correcta (aquí no vale comprarle una bici más grande para que le sirva un par de años más, ya que no irá cómodo y le costará más seguir evolucionando sobre dos ruedas). Las tallas de las bicis para niños se miden por el diámetro de las ruedas, y van de las 16” a las 26”. Aquí tienes una tabla orientativa de la medida de rueda en función de la edad:

  • 16” – De 4 a 6 años
  • 20” – De 5 a 8 años
  • 24” – De 9 a 11 años
  • 26” – De 10 a 12 años

 

4. Buenos hábitos en bicicleta

Finalmente, tanto o más importante que elegir una buena bicicleta para tu hijo, es que el niño empiece a tomar buenos hábitos a la hora de salir en bici. La primera práctica y la más importante es que use siempre casco. Si empieza a hacerlo desde bien pequeño, verás que al hacerse mayor la adopta como una práctica habitual y no tendrás ni que recordárselo. También es importante que lleve agua y alguna galletita o frutos secos, sobre todo cuando salgáis del parque y empecéis a hacer salidas un poquito más largas. En una mochilita o una riñonera podrá llevar todo lo que necesita (incluso un impermeable) y le hará sentirse mayor, sobretodo si se la prepara él. Puedes acostumbrarlo también a mirar la presión de las ruedas (siempre como un juego) y si le instalas unas luces delantera y trasera también lograrás que interiorice la acción de encenderlas en cada salida. Inicia a tus hijos desde bien pequeños en el mundo de las dos ruedas.

 

Una actividad física muy saludable y divertida, que adorarán en verano. Para ello, elije siempre la bicicleta infantil más adecuada para su edad, altura y destreza. ¡Verás como en poco tiempo lo tiene todo completamente dominado!