Todo lo que debes saber para tener tu bici lista para salir

Tras unos meses de parón, durante los cuales quizás has preferido tirar de rodillo o de bici estática que salir en bici, llega el momento de volver a practicar deporte al aire libre. Y para hacerlo con total seguridad, es importante que tu bici esté bien revisada y con todos los componentes al día.

Sigue leyendo nuestro “check-list” y apunta estos pasos, que puedes hacer en casa sin necesidad de ser mecánico. Y si no los ves claros, pide cita en algún taller de bicis de confianza para que hagan la puesta a punto por ti. Pero no olvides que, antes de salir de nuevo en bici, es esencial que esta esté en perfectas condiciones.

1. Limpia tu bicicleta a fondo
2. Engrasa los componentes esenciales
3. Revisa la presión y el estado de las cubiertas
4. Inspecciona el sistema de frenos
5. Resumen: Check-list de mantenimientos para tu bici

 

Manillar bicicleta

 

1. Limpia tu bicicleta a fondo

Parece obvio y hasta gracioso… Pero no lo es. Después de tener la bici parada en el garaje o en un trastero durante meses, es necesario limpiarla a fondo. Para ello, usa agua tibia y un producto desengrasante de calidad (en tiendas especializadas, encontrarás productos específicos para la limpieza y desengrase de bicicletas). Para eliminar el polvo acumulado en general, puedes usar una manguera de jardín o una manguera a presión. Pero no olvides hacerte con un cepillo pequeño de cerdas suaves que te permita limpiar bien la cadena, los cambios, los piñones, el plato o los pedales.
Una vez limpia, aclárala bien para eliminar cualquier resto de jabón u déjala secar preferiblemente al aire libre. Para evitar que queden manchas en agua en el cuadro, también puedes secarla con un paño suave.

 

2. Engrasa los componentes esenciales

Una vez que tu bici vuelva a estar reluciente, toca engrasarla, poniendo especial atención a la cadena, a los pedales, al pedalier y al cambio. 
Al engrasar la cadena, fíjate en que no esté oxidada o en mal estado, ya que esto podría dañar las transmisiones. Piensa que la cadena de la bici es uno los componentes que más desgaste sufren a causa del polvo (sobretodo en MTB) o de las altas temperaturas en verano. Así que si puedes, deberías incluso limpiarla y desengrasarla cada vez que salgas en bici… 
Los pedales son a menudo origen de ruidos poco agradables. Para eliminarlos, engrasa con grasa de montaje la rosca del pedal y la de la biela. Una vez listos, apriétalos suavemente y deja que la fijación total llegue como resultado del pedaleo. Si tus pedales son automáticos, no olvides ponerles unas gotitas de lubricante para que el anclaje de tus zapatillas sea rápido y firme. Revisa también que al pedalear no se escuchen ruidos, chirridos o crujidos, signo claro de que los cojinetes y rodamientos del pedalier no están bien engrasados.

Para limpiar y desengrasar el cambio, deberás incidir en las roldanas de la pata del desviador trasero, que acostumbra a acumular restos de grasa y mucha suciedad. Puedes aplicar unas gotas de aceite lubricante en el muelle del desviador para evitar fricciones y conferirle mayor protección.

 

3. Revisa la presión y el estado de las cubiertas

El inicio de la temporada es un buen momento para comprobar el estado de tus cubiertas. Ante la duda, y sobretodo si planeas hacer muchos kilómetros, no dudes en cambiarlos y estrenar neumáticos para ganar adherencia en tus salidas.
Seguro que para ti no es un secreto que la presión de los neumáticos va a depender del terreno por el que vayas a rodar. Pero ¿sabes que otros factores has de tener en cuenta ya que influyen en la presión de los neumáticos? El tamaño del neumático (su diámetro y ancho), el compuesto del neumático, la solución antipinchazos, la posición de la rueda (delantera o trasera), la temperatura y las características del propio ciclista (altura, peso y destreza) son otros de los principales factores a tener en cuenta. 
Afortunadamente, hoy en día existen aplicaciones móviles como Bike Tire Pressure Calculator en las que cargar estos parámetros y tener una orientación fiable de la presión más adecuada, que acabarás ajustando en función de tus preferencias personales.
Finalmente, y relacionado con tus neumáticos, no olvides cambiar el líquido tubeless si estos están tubelizados, ya que es fácil que se haya secado después de meses sin tener movimiento dentro de la rueda.

 

4. Inspecciona el sistema de frenos

Otro básico imprescindible para tu seguridad es el sistema de frenado de tu bici. No hace falta decir que debe estar en perfecto estado para garantizarte la mejor frenada.
Revisa las manetas, y asegúrate de que no hay exista pérdida de aceite. A continuación, comprueba el estado del cableado de que conecta las manetas con las pinzas de freno. Seguidamente, le toca el turno a las pinzas, que deben estar limpias y sin fugas de aceite. Comprueba también el estado de las pastillas, que como mínimo deberá tener 1 milímetro de grosor (en el caso que sea inferior, deberás reemplazarlas). Si usas frenos de llanta, comprueba que las zapatas están buen estado. Si son de disco (lo más común), comprueba el estado del disco y realiza un purgado para que el circuito tenga líquido nuevo y te asegure las mejores prestaciones.

 

5. Resumen: Check-list de mantenimientos para tu bici

-    Lavado a presión, con manguera o similar para eliminar el polvo y suciedad general
-    Lavado con cepillo pequeño de cerdas suaves para limpiar todos los rincones
-    Secado (al aire o con paño suave)
-    Engrasado cadena
-    Engrasado pedalier y pedales
-    Engrasado cambio
-    Lubricar muelle del desviador
-    Revisar cubiertas
-    Cambio líquido tubeless
-    Ajuste de la presión
-    Revisión manetas de freno
-    Revisión cableado freno
-    Revisión pastillas de freno
-    Revisión discos de freno (o zapatas)
-    Purgado de líquido de frenos
-    BONUS: comprueba el estado de las luces delantera y trasera de la bici (obligatorias si circulas entre la puesta y la salida del sol, o has de entrar en túneles.